Historia

Home » Empresa » Historia

Siempre un paso adelante

Todo comenzó en los años 50, cuando Araldo Capaccioli, asistido por su mujer y un equipo de diez personas, empezó a diseñar máquinas en un pequeño taller artesanal, en Sinalunga, en la provincia de Siena, Italia. Situado en esa Toscana de la reconstrucción, rica de numerosos hornos repartidos por todo el territorio.

Es una historia que, a lo largo de los años, ha mantenido el denominador común de la pasión por la innovación y el desarrollo, entrelazándose con los acontecimientos de la familia Capaccioli, que aún hoy, después de 70 años y dos generaciones, dirige la empresa con el mismo entusiasmo de su fundador.

Araldo Capaccioli empezó su actividad construyendo cintas transportadoras para minas, cribas vibratorias para canteras y hornos de ladrillos, así como para empresas que en aquel entonces se dedicaban a la construcción de la Autostrada del Sole.

En la década de 1960, el equipo creció hasta llegar a unos veinte empleados y se especializó en la producción de hornos de ladrillos. De hecho, en la zona había importantes productores de ladrillos y Araldo Capaccioli comenzó a pensar en nuevos productos para producir y proponer a estas empresas, como, por ejemplo, secadores de rodillos de ciclo rápido, con un ciclo de secado que oscila entre 1 y 2 horas.

Estas propuestas dieron lugar a un importante proceso de innovación, de hecho, en aquella época, el secado de los materiales se realizaba exclusivamente al aire libre. A partir de esta primera realización, la empresa entró en contacto con otros fabricantes de ladrillos y comenzó a ofrecer su nuevo e innovador producto en toda Italia. La construcción del primer almacén industrial en Via Piave se remonta a 1963, donde hoy se encuentra la actual sede del Grupo Capaccioli y donde se trasladó en aquel entonces el departamento de producción.

En los años 70, con la llegada a la empresa de Stefano Capaccioli, hijo de Araldo y graduado en ingeniería, se registró el primer punto de inflexión importante de la empresa con la introducción del estudio y la realización de automatismos (equipos automáticos) para la carga y descarga de los carros de horno y la consiguiente construcción, en 1975, de una segunda nave más grande, que era necesaria para probar internamente la producción de máquinas apiladoras.

A finales de los años 70, tras haber creado un gran número de dispositivos e instalaciones, la empresa se interesó por las máquinas para la producción de suelos extruidos. Esto implicó, en 1978, nuevas ampliaciones en el área de producción y, posteriormente, en 1985, tras la adquisición de la primera máquina con control numérico, la construcción de otros dos almacenes y de un nuevo edificio de oficinas.

También en los 80 comenzaron las participaciones en ferias internacionales.

Los años 90 se caracterizan por la expansión hacia los mercados extranjeros: se presta atención a la tecnología de los productos de inspiración «artesanal». De hecho, tras años de investigación, se desarrolló la tecnología patentada «Easymud», que se caracteriza por la producción altamente automatizada de materiales que se hacen eco del mundo de la «artesanía».

En la década de 2000, gracias a un crecimiento constante, la empresa implementa el diseño y la construcción de hornos y secadores para la industria del ladrillo.

Sobre la base de los éxitos obtenidos con sus instalaciones en todo el mundo y haciendo uso de un equipo de técnicos con muchos años de experiencia, en 2009, el Grupo Capaccioli amplía aún más su oferta, diseñando y fabricando la nueva gama completa de máquinas ARAL para la preparación y el pretratamiento de la materia prima. Además, con la apertura de una sucursal en China en 2014, la empresa continúa su plan de expansión en los mercados extranjeros, una tendencia que ha caracterizado las actividades de los últimos treinta años.

En 2016, Capaccioli marca un nuevo hito en el camino hacia la innovación al presentar su nuevo secador Condor® que, gracias a la drástica reducción de costes y tiempos de secado, revoluciona el proceso de fabricación mejorando la calidad del producto y el ahorro energético. Un hito en nombre de la tecnología eficiente y ecológica.

En los últimos años, la tradición familiar también ha sido continuada por Emma y Fiorella Capaccioli, que junto con su padre Stefano afrontan los nuevos desafíos empresariales. Recientemente, en colaboración con la Universidad de Pavía y Andil, la empresa ha contribuido al proyecto INSYSME, una nueva solución constructiva en el sector de los materiales antisísmicos que tendrá un gran impacto en el sector de la construcción.

Capaccioli participa cada año en las mayores y más importantes ferias del mundo, y es el socio oficial de ANDIL.

Gracias a la gran experiencia adquirida en la automatización y en el uso de robots, la empresa se encuentra hoy en día en constante expansión en los mercados mundiales y dirige su interés a diversos sectores industriales como, por ejemplo, el sector de la alimentación y el de las fábricas de papel, realizando exitosas instalaciones.

Línea de tiempo

  • 1950 Araldo Capaccioli funda la empresa en un pequeño taller artesanal de Sinalunga.
  • 1963 Construcción del primer almacén industrial real.
  • 1990 Primeras aplicaciones de la robótica en la industria del ladrillo e inicio de los primeros proyectos con Arabia Saudí, Argentina, Turquía y África.
  • 1995 Se patenta la exitosa tecnología Easymud para crear una imitación «artesanal» con una fuerte esencia toscana; uno de los buques insignia de Capaccioli.
  • 2010 Se crea una línea completa de quemadores y la Unidad de Negocio de preparación de materias primas.
  • 2016 Se registra la marca Condor Dryer que permite una menor inversión, una reducción de los tiempos de secado y de los costes de funcionamiento, un mayor ahorro energético y una excelente calidad del producto. ¡Una verdadera revolución!
  • 2020 Creación de Unidades de Negocio. Actualmente, Capaccioli se dirige a diferentes sectores industriales y es una empresa en continuo crecimiento internacional.